jueves, 23 de mayo de 2013

Una Historia Natural de los Sentidos

No podría finiquitar las publicaciones en este espacio al que he dedicado con mimo estas experiencias del arte, que me han hecho definir mi personalidad, sin antes reflexionar a cerca de un libro… no sé bien como calificarlo, ya que todas las acepciones podrían quedársele cortas a la hora de expresar y haceros partícipes de la sensacionalidad (y nunca mejor dicho) del mismo.

Este libro, cuya autora es Diane Ackerman, lleva por nombre “Una Historia Natural de los sentidos”

Todos a estas alturas, conocemos perfectamente que tenemos una nariz para oler, una boca para degustar, unos conductos auditivos para escuchar y oír, unas manos para tocar y una vista para prestar atención infinita a todo aquello que nos rodea.
Realmente este concepto, todos nos lo tenemos bien aprendido, aunque sí que es verdad, que en muchas ocasiones menospreciamos muchos de ellos, relegándolos a un segundo lugar cuando no somos capaces de percibir muchas de las sensaciones que nos rodean, por culpa del letargo que nos tiene absortos en el circulo de nuestras vidas.

Una historia natural de los sentidos se organiza en torno a cinco capítulos que van desgranando sucesivamente los cinco sentidos que definen la sensorialidad del mundo tal y como la percibimos los hombres desde el principio de los tiempo, más un capítulo adicional referido a la sinestesia que consiste precisamente en la confusión, la mixtura de los sentidos, en la que un color se puede oler o un acorde musical se ve con una determinada tonalidad, y que, por tanto, se adentra más en el mundo de la neurología.
La precisión y la delicadeza con los que la autora Diane, acredita tales referencias sensitivas a través de los geniales ejemplos que se proponen en la lectura, te sumergen en el sentido más profundo en lo que realmente conlleva ser poseedor de estas 5 virtudes a las que llamamos sentidos, que nos permiten así mismo conocer el mundo que nos rodea y del cual somos partícipes y espectadores.


Para que me entendáis mejor y sin mayor escusa de proponeros la lectura del mismo, porque estoy segura de que en vosotros suscitará un eterno paradigma de bienestar o al menos os hará reflexionar unos instantes en cada uno de los capítulos…digo esto porque no me cabe la menor duda,  permitirme referirme al mismo libro, reflejando una de sus partes en esta particular entrada, dejaros llevar un momento por la lectura y reflexionar durante unos segundos lo que ella os ha suscitado.


“Hemos hecho un arte de la pintura y decimos de los grandes maestros que en sus cuadros reflejan el interior de los retratados, igual que ocurre con los grandes fotógrafos. Las proporciones en la arquitectura buscan un arquetipo de belleza totalmente visual. Ni aún dormidos perdemos la vista y nuestros sueños son, principalmente, visiones, a veces acompañadas de sonido y otras sensaciones. La vista, el más cansado de nuestros sentidos, para el que hemos inventado las gafas, desarrollado técnicas láser pero al que no sabemos dejar descansar ni un solo segundo y para el que no nos cansamos de crear imágenes del horror que sólo son barridas por otras imágenes anestesiantes”


Simplemente increíble. Dejaros transportar mediante su lectura en un mundo sensitivo inimaginable de anécdotas muy curiosas y sensibles sobre el olor, visión, gusto, sonido… del mundo que nos rodea, estoy segura que con él, aprenderéis a disfrutar  y a percibir mejor sus cualidades y características.

Releguémonos a nuestros sentidos o seamos más conscientes de ellos y de todo lo que nos aportan. No perdamos ni un átomo de su valor, vivamos más y mejor la vida, apuremos todo lo que podamos de ella, y todo lo haremos a través de estos cinco sentidos



Diane Ackerman
Autora de Una Historia Natural de los Sentidos

No hay comentarios:

Publicar un comentario